UN POEMA SENCILLO
Me
pides un poema, hijo mío?
Te
enseñaré a escribirlo, es muy sencillo.
Solo
debes mirar en torno tuyo
y
verás que el poema ya está escrito.
Mira
el rojo del ceibo floreciendo
o
los jacarandáes que, en el piso,
bajan
el cielo, con su flor celeste,
y
lo extienden al paso de los chicos.
El
viejo roble, sereno, vigilante,
en
el cantero redondo, y el olivo,
y
los palos borrachos..., y ese verde
que
te acompaña, siempre, sin sentirlo.
Cierra
los ojos y escucha el alboroto,
las
risas cristalinas, los sonidos
en
el patio, en el bar o en la canchita...
en
este tiempo hermoso de ser niños.
Los
abrigos de múltiples colores,
ahora
que es invierno y hace frío,
o
acaso el blanco de los guardapolvos,
alineados,
diciendo el voto cívico.
Y
cuando todo se aquieta, allí, en las aulas,
y
se apagan, de a poco, los bullicios,
oirás
como algún piano, o una flauta,
llenan
el aire del parque adormecido.
Mira,
hijo, tu entorno, simplemente,
y
entenderás que todo es muy sencillo,
solo
debes tener, como el de Roxlo,
un
corazón que sea un poco grillo.
Alberto O. Colonna.
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